domingo, 30 de octubre de 2011

Crónica de andar por casa sobre la crisis sísmica de El Hierro

Al principio parecía la boda de la infanta, dice un señor de aquí, de El Hierro. Y es que la atención mediática fue desmesurada: todo elmundo cámara en ristre dispuesto a captar lo que sucediese. Pero pasaban los días, la hecatombe no acababa de suceder y se fueron marchando.

La sobreatención mediática tuvo, eso sí, efectos contraproducentes para el turismo: mucha gente pensó que no dormiría tranquila en esta isla que es la calma islificada y anuló sus reservas. Por lo que a mí respecta, más de uno se ha sorprendido de que yo no haya hecho lo mismo. Pero os juro que esto está tan plácido y tan aburrido como siempre.

Los terremotos son de escasa magnitud; pocos se perciben. Ayer estaba yo en la zona de actividad sísmica a la hora en que se produjo uno de 3,6 y no noté nada; ni un temblorcete de ná. Me fui al restaurante venezolano de siempre a comerme el pabellón de siempre como siempre. Sin novedad.

Mi casero dice que ha sentido dos temblores; y fuera de la zona, curiosamente. Dice que es un poco desagradable, que se siente uno empequeñecido, inútil, y que duda de la capacidad humana de reaccionar con sensatez en tales circunstancias. 

La gente está preocupada por la mancha, la que ha dejado, visible sobre la superficie marina, la erupción que se ha producido en el fondo. Al principio solo se percibía desde el extremo sur. Ahora se va extendiendo hacia el sur y hacia el noroeste, de manera que ya se ve en Frontera.


Esta es una foto de la mancha de hace varios días. Ahora ya ha doblado el extremo occidental y, como os digo, se ve desde El Golfo.

Seguiremos informando.

8 comentarios:

Jabi Basterra dijo...

La verdad es que es una suerte tenerte por allí. Yo sé que nos vas a contar cosas que no nos dicen en los telediarios.

Espero que tengas suerte y las cosas no vayan a mayores (hoy a la mañana he oído en la radio que había habido un temblor que sí se había sentido).

Un saludico solidario para ti y para la gente que vive por aquellos parajes tan maravillosos.

humo dijo...

Tienes que decirme dónde te alojas en Hierro, porque en cuanto me jubile pienso hacer una visita a la isla...
(Se admiten consejos para turista inexperta).

Uno dijo...

A mi el psiquiatra me ha dicho que vea la parte positiva de las cosas asi que, sin minusvalorar el problema de El Hierro creo que a esa mancha hay que sacarle partido:
Paquetes turísticos "En un lugar de la mancha" con viajes en globo para verla desde el aire; versión marinera de D. Quijote; tours en barco por la mancha a bordo de Rocinante. Y así. En fin, pásale las ideas al cabildo insular o a quién proceda, porfa.
¿Te he dicho que me encanta el tango herreño?
Bailate uno por mi. Un abrazo

Noemí Pastor dijo...

Hola, JABI. Contaré lo que me pase, lo que oiga y lo que vea. Espero resistirme a la tentación de inventarme catástrofes, chorros de lava e islotes nacientes, pero me va a costar, es difícil.

Noemí Pastor dijo...

HUMO, a ver si tenemos ocasión de vernos, tomar algo y yo te cuento de El Hierro hasta aburrirte. Me vas a tener que parar: me pongo pesadísima.

Noemí Pastor dijo...

UNO, pues sí. Más vale tomárselo como dice tu psiquiatra. Aquí hay gente que se lo toma con humor y resignación y gente que está nerviosa y quemada. Esta última es la que ha sido evacuada; y se comprende, pues no debe de tener ninguna gracia que te saquen de tu casa y te lleven a vivir a un campo de fútbol junto a un vecino de escalera al que odias.
Hablaré con el Cabildo Insular si tengo ocasión. Sí deberían sacarle más partido turístico al asunto, pero me da que han optado por el silencio.

Manuel Márquez dijo...

Lo de El Hierro, compa Noe, es la enésima demostración de cómo los medios crean su propia “realidad” —aquella que más se ajusta a los mecanismos generadores de audiencia (morbo, pasión, ruina, etc…) — y no están dispuestos, bajo ningún concepto, a que la “realidad real” les eche al suelo los palos del sombrajo. Ya sabes, no dejes que la verdad te arruine una buena noticia. En fin, seguiremos atentos, cómo no, a tu relato...

Un fuerte abrazo y buena estancia.

Noemí Pastor dijo...

MANUEL, y eso no tendría importancia si no estuvieran arruinando pequeños negocios familiares, que son los que funcionan el turismo de esta isla pequeña. Una lástima.